EL PESO DE LA NADA

Tres alumnos de 6º de Primaria han representado este cuento que nos enseña que por poco que sea, cualquier aportación que podamos hacer es positiva.

NARRADOR: Un día de invierno se encontraron en la rama de un árbol una blanca paloma y un pequeño gorrión.
GORRIÓN: Hola, paloma. Tengo una duda. ¿Podrías decirme cuánto pesa un copo de nieve?
PALOMA: Uy, uy, uy! Un copo de nieve? Uno sólo? Nada de nada!
NARRADOR: Entonces el gorrión le dio a la paloma una gran lección de vida.
GORRIÓN: Pues espera que te cuente! Estaba yo posado un día en la rama de un abeto, cerquita del tronco, cuando empezó a nevar. No era una fuerte nevada, nada de eso! Nevaba despacito, como si fuera un sueño.
PALOMA: ¿Y te fuiste a tu nido?
GORRIÓN: Pues no, la verdad es que no… Como no tenía nada mejor que hacer, me puse a contar todos los copos de nieve que iban cayendo sobre la rama en que yo estaba. Uno, dos, tres… doscientos catorce, doscientos quince…
PALOMA: ¿Y qué pasó?
GORRIÓN: Pues habían caído ya, exactamente, trescientos cincuenta mil doscientos copos de nieve sobre la rama. Trescientos cincuenta mil doscientos copos que, como tú dices, no pesaban nada de nada.
PALOMA: ¿Y bien?
GORRIÓN: Pues de repente, cayó el copo trescientos cincuenta mil doscientos uno. Entonces la rama de del abeto se rompió y cayó al suelo.
NARRADOR: Dicho esto, el gorrión echó a volar y se alejó. Y la paloma, que era toda una autoridad en la materia desde los tiempos de Noé, se quedó reflexionando sobre lo que había escuchado.
PALOMA: Tal vez nos parezca que un copo de nieve no pesa nada de nada. Pero en realidad, cuando va unido a otros cientos de copos, su peso se nota. ¡Vaya si se nota!
NARRADOR: Y así fue como aprendieron aquello de que “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero” o de que es importante aportar “nuestro granito de arena”.
Cada aportación, cada granito de arena, nace de las ganas, de la ilusión,
de la esperanza en lograr un mundo mejor. Y cada aportación pesa ¡VAYA QUE SI PESA!